Francisca Yolin. Las circunstancias que rodearon a El escritor fantasma, último filme del cineasta polaco Roman Polanski, son dignas de ser una película inspirada en la vida real: el realizador se vio obligado a completar la posproducción en el arresto domiciliario luego de ser detenido en Zurich y casi extraditado a Estados Unidos, donde tiene pendiente un juicio por pederastia hace más de 30 años. Todo el tinte político y legal de la vida de Polanski, de alguna manera se ve reflejado en el filme. La historia comienza con la muerte del asesor más cercano y asistente en la redacción de la autobiografía de Adam Lang (Pierce Brosnan), ex primer ministro británico. Para continuar el trabajo aparece nuestro protagonista que pasará el resto del filme sin nombre, el Fantasma del título (Ewan McGregor) quien toma el trabajo sólo por la excelente paga ofrecida. Llega a vivir con Lang en su casa de playa en Estados Unidos y justo en ese momento el político es acusado por la Corte Internacional por haber autorizado la tortura en las interrogaciones de la guerra de Irak.+