30.10.10

Máquinas de la lectura

EL PAIS - COM. Si descorchamos un gran reserva, podremos beberlo en un vaso cualquiera o en una copa fina de cristal. Para muchos, el contenido, en este caso el vino, será lo que verdaderamente importe; mientras que para otros será el continente, es decir, la copa de cristal, la que realzará el valor del caldo. Algo parecido sucede en la batalla entre libro tradicional y electrónico. Para muchos lectores, lo importante es el mensaje en sí, el libro, las letras que componen palabras, y las palabras que, una tras otra, van construyendo frases y capítulos de una novela, por ejemplo. Pero para otros no solo importa la propia lectura, sino cómo se lleva a cabo, el placer de tocar u oler el papel, de colocar un marcador en la página en la que lo dejamos la noche anterior, o de simplemente tener el libro como objeto, sobre la mesilla o en una estantería. Sí, porque queda muy bonito.(+)