El poeta y novelista Bernardo Atxaga asegura que «lo grande» de la literatura parte precisamente de su debilidad, del «vacío» que deja y que cada lector va «componiendo», lo que permite a las obras trascender en el tiempo a lo largo de los siglos. «La voz particulariza en extremo a cualquier persona, en términos deportivos podríamos decir que lo clava, mientras que en la literatura, en los libros, en ficción, esto resulta imposible», afirmó Atxaga durante la presentación de los Cursos de Verano de San Sebastián, que tras dos semanas de descanso reanudan su marcha.«Muchas veces me he encontrado en los textos con la problemática de cómo definir las voces, y es imposible», reiteró para después aseverar que «lo grande de la literatura parte de su debilidad, de no poder cerrar ni las descripciones de los personajes, ni de los paisajes, ni de la acción».Subrayó que el escritor controla «lo sólido» del texto pero no el vacío, «que es lo que alguien añade», porque «cada lector, cada tiempo, va componiendo y completando lo que el libro deja a medias». Y, a su juicio, esto permite a obras como el Quijote tener lectores tanto del siglo XVII como de la actualidad.
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